«Es que tengo un desorden en mis glándulas sudoríparas», se justifica Enrique Alfaro

El gobernador de Jalisco y futuro presidente de la República Mexicana: Enrique Alfaro, se  justificó luego de que esta mañana, durante la conferencia que dio junto a Andrés Manuel López Obrador, se la pasó bañándose en sudor.

El también conocido como «cabeza de huevo» tuvo varias intervenciones durante la conferencia en las que aprovechó para pedirle disculpas al presidente mexicano por andarse «pasando de lanza» en las redes sociales contra él y para decirle que ahora si deveritas se va a acoplar a sus estrategias de seguridad.

No obstante, cuando se encontraba a un lado del tabasqueño, el gobernador jalisciense no paraba de sudar, por lo que tuvo que auxiliarse constantemente con un pañuelo, para disimular que andaba más nervioso que puerquito en matadero.

Este hecho no pasó desapercibido y los internautas inmediatamente comenzaron a hacer público lo evidente; se encontraba nervioso y por eso sudaba como albañil gordito.

Sin embargo, Enrique Alfaro desmintió estas versiones y aseguró que su constante sudoración se debió a un terrible padecimiento que sufre desde que estaba niño y que casualmente sólo le afecta cuando se encuentra junto a políticos corruptos.

«Es que tengo un desorden en mis glándulas sudoríparas, que extrañamente detectan cuando alguien corrupto o mentiroso se encuentra junto a mi, en este caso asumo que fue por la visita del señor López Obrador. No fue que anduviera nervioso ni nada, sino que así me pasa desde chiquito«, puntualizó luego de que ya estuviera solito sin que nadie lo estuviese viendo.

De acuerdo con medios de comunicación que estuvieron presentes en la rueda de prensa, el Cabeza de Huevo se habría gastado en ese ratito como 35 paquetes de papel de baño jumbo, 47 cajas de pañuelos Kleenex, 4 paquetes enteros de toallas sanitarias, 2 rollos de papel de cocina, 4 ejemplares del periódico El Universal y 2 trapos que eran de la señora que hace la limpieza.

Testigos también revelaron que al salir del complejo, fue dejando un charco de sudor que provocó una severa inundación dentro del lugar, mismo que fue calificado como «el desastre natural más fuerte de los últimos siglos«.

El gobernador tuvo que ser trasladado al hospital luego de sufrir una descompensación causada por la deshidratación al haber sudado tanto.

Médicos tuvieron que auxiliarlo con dos pipas de agua para que recuperara su porcentaje de agua a niveles normales, por lo que la resbaladilla de piojos ya se encuentra fuera de peligro y listo para seguir revelándose contra el gobierno represor.

«Ya no se burlen, culeros, les juro que si es una enfermedad, es como orinar por la cabeza, pero más feo. A mi no me da miedo nadie y cuando vuelva a venir, ahora si neta, al chile, le voy a decir sus cosas a la cara«, detalló Alfaro desde su cama de hospital.