Rosa de Guadalupe transmitirá clases en nuevo ciclo escolar, anuncia la SEP

Confían en que episodios como el de las aguas locas o el de ‘bienvenido al mundo del SIDA’ aporten mucho a la juventud descarriada.

La nueva normalidad obligará a que los alumnos de escuelas públicas no puedan retomar clases, ya que no se podrá, por mientras, regresar a la vieja costumbre de abarrotar los pequeños salones de clases con hasta 80 alumnos, pues sería imposible respetar la sana distancia.

Por esta razón, la Secretaría de Educación Pública resolvió que el nuevo ciclo escolar, que iniciará el 24 de agosto en todo México, sea transmitido por televisión abierta e internet, confiando en que los morritos pondrán atención y no se harán tarugos estando en sus casas.

Esteban Moctezuma Barragán, secretario del organismo, explicó que esta decisión se tomó para velar por la salud de los alumnos y profesores, además que así evitarán todos los corajes que implican las clases presenciales, como el bullying, las bromas pesadas a maestros, las decepciones amorosas y el apestadero que se arma en el baño de niños

Sin embargo, debido a que la infraestructura televisiva del gobierno federal no es suficiente para cubrir todo el territorio nacional, la SEP tuvo que ceder a concesión la mayoría de clases de los diferentes niveles académicos.

Televisa, de la mano de su programa estelar; La Rosa de Guadalupe, fueron los primeros en suscribirse y ganar los derechos para transmitir las clases de preparatoria y secundaria (menos de primer año, porque ahí todavía los morros están bien mecos), por lo que ya preparan varios de sus episodios para educar a la juventud.

Emilio Azcárraga, dueño del grupo televisivo, dijo sentirse orgulloso y honrado de poder transmitir todo lo que la Rosa de Guadalupe tiene para dar a todos los menores de México, para construir un mejor país para el futuro.

«Varios de nuestros episodios podrán ayudar a enriquecer distintas materias, como el de las aguas locas, el del Pokemón Go, el de los tatuajes o el ese de bienvenido al mundo del SIDA, que tuvo muy buena recepción, para las clases de biología, por ejemplo«, espetó Azcárraga, muy orgulloso de su chingadera de programa.

No sólo se ocuparán episodios pasados para retransmitirse a los niños, quienes ahora estarán obligados a verlos y criarse con ellos, sino que también se realizarán nuevos capítulos para complementar el ciclo escolar.

Directivos del programa explicaron que ahora que tienen esta libertad, podrán aterrizar sus nuevas producciones a la realidad actual, como por ejemplo realizando un capítulo sobre cómo unos chavitos se murieron por perrear sin sana distancia o cómo el robo de líquido de rodillas financia la colocación de chips 5G en pacientes con covid-19.

«La verdad es que ahora si podremos enseñarles a los morros que el pobre, es pobre porque quiere, pero ser pobre no tiene nada de malo, porque sino no tendríamos televidentes ni personas que trabajen jornadas esclavizadoras por el salario mínimo sin quejarse. Va a estar chido«, agregó.

Los estudiantes que no tengan televisión ni acceso a internet, lamentablemente reprobarán automáticamente, ya que no podrán obtener sus certificados si no se chutan, por lo menos, 20 episodios mensuales de La Rosa de Guadalupe (y por nacer pobres).