Familia disfuncional llena su casa de decoraciones navideñas y se arreglan todos sus problemas

El espíritu navideño es milagroso

México.- Apenas inicia diciembre, y la familia López (que vive en Iztapalapa) ya fue visitada por el hermoso Espíritu de la Navidad, el cual consiguió lo que ningún psicólogo o trabajador social podría haber logrado: hacer que los miembros de esta familia no se la pasen peleando y desgreñándose todo el día.  

Antes de que el Espíritu Navideño llegara, el padre de familia vivía borracho y le gritaba a su esposa e hijos… bueno, aún es alcohólico, pero a sus familiares ya les grita un poco menos. La esposa, por su parte, siempre recurría a la vieja práctica del chanclazo; ahora los chanclazos que les propina a sus hijos están llenos de amor y luz.

El hijo mayor, que gusta de consumir “productos recreativos y llenos de misticismo”, ahora comparte su preciado orégano con sus hermanos menores. Mientras que la hermana de en medio, quien está embarazada, ha decidido que su primogénito no se llamará Brayan o Kevin ¡eso sí es un milagro! Por último, el hermano menor ya no llora y aguanta más vara cuando sus otros dos hermanos lo bulean.

Estos milagrosos cambios en la familia López ocurrieron gracias a que adornaron sus casas con muchas lucecitas, muñecos de nieve (de plástico), un Santa Clos de cartón, con todo y sus renos, velitas y coronas navideñas, piñatas de picos y un gran letrero que dice: ¡Feliz Navidad!

La atmósfera de amor y paz se volvió aún más grande cuando pusieron el arbolito navideño y lo llenaron de nieve artificial. Al colocar la primera esfera, los problemas comenzaron a desaparecer. Y cuando pusieron el tradicional nacimiento, la familia López sintió que nunca más volvería a pelear.

Como lo dictan las santas tradiciones de la Navidad, esta familia seguirá siendo amorosa y alegre hasta el Día de Teyes. Luego, cuando se termine el último pedazo de rosca, sea guardada la última esfera del arbolito y recuerden todas sus deudas, la familia López volverá a la normalidad: será nuevamente una familia disfuncional.