Por desabasto de gasolina, derechairos presagian el fin de los tiempos
«¡El fin está cerca! ¡Sólo nos queda sufrir el fuego infernal y pasar el resto de la eternidad rascándole las patas a Satanás! ¡Se les dijo, chairos!«, gritaban cientos de panistas y priístas en la Avenida Reforma, pues acababan de tener visiones escalofriantes: el final de los tiempos estaba cerca y todo gracias al desabasto de gasolina.
Entre lamentos, cafés del Starbucks (del chico, pero para que se vieran más fifís) y bidones vacíos de gasolina, los manifestantes llegaron hasta las afueras de la Catedral del Centro Histórico y demandaron ver al párroco de la misma para que hiciera una misa de pánico y todos pudieran irse al cielo confesados.
«Por si las moscas, ya ando aquí. Es que ayer vi que en el feis dijeron que no había gasolina, pues que me espanto y me dejé caer aquí con toda la banda. Al parecer si es el fin del mundo, yo no sabía, yo estaba bien alivianado chingándome unos tacos, pero estos derechairos acaban de salvar mi alma con sus tuits y estados de feis«, agradeció Macario Herrera, quien se sumó a la psicosis nomás porque vio un meme del tema.
De esta manera, al terminar la misa, la horda de derechairos se fueron con rumbo a Palacio Nacional y ahí montaron una barricada y una iglesia católica-cristiana-apostólica-de los últimos días y colgaron un letrerito que decía «¡Ya no hay gasolina en ningún lugar, salva tu alma! Ven a confesarte gratis» y prometieron continuar su lucha por salvar las almas de los mexicanos hasta donde se los permita Diosito.
Sin embargo, únicamente habrían sido 19 las gasolineras que reportaron desabasto de combustible, por lo que el resto de la capital decidió retrasar un poquito el fin del mundo que ya se había presagiado por los derechairos y continuaron sus vidas normalmente.
La bancada del PAN en el congreso condenó estos actos de que nada más hubieran 19 estaciones sin gasolina y afirmaron que AMLO dejó funcionando todas las demás normalmente «porque le tiene saña a los huachicoleros y quiere retrasar el fin del mundo para que la gente no se confiese y se vayan al infierno«.
Al final, el contingente se disolvió y los derechairos que han sobrevivido hasta el momento continúan intentando hacer a la gente «entrar en razón» y salvarlos del apocalipsis traído a nuestro mundo por el Mesías Tropial.