¡Histórico! casi 10 personas asisten a la marcha fifí en favor de Texcoco

Entre los asistentes, estaba Carlos Slim y Salinas de Gortari.

Cedemequis.- Al filo de las 11 de la mañana, un contingente de personas comenzó a reunirse en las inmediaciones del Ángel de la Independencia, cuna de las marchas más chairas del país, para exigir que se siga construyendo el Nuevo Aeropuerto en Texcoco y que en los Starbucks ya no dejen entrar a cualquier naco.

Sin embargo, luego de una hora, apenas y se habían juntado 8 personas, mismas que invitaban a otros ciudadanos a unirse les con consignas como «¡Pueblo, culero, respeta a tu banquero!» y «¡Es un honor, luchar por el patrón!», gracias a lo cual lograron sumar 10 personas.

El empresario multimillonario Carlos Slim, encabezó la marcha desde su helicóptero privado, porque a la 1 se tenía que ir a su yate privado para llegar a su isla privada en su país privado.

«Es que qué oso, güe, las comisiones del banco son por nuestro bien, y un aeropuerto nuevo urge, pero qué naco que hayan elegido el de Santa Lucía. Entiendan, chairos, que el Peje no nos representa porque aunque la mayoría votó por el, no fuimos todos porque andábamos de vacaciones en Cancún«, arremetió Saúl Samaria, dueño de un local de Herbalife en la colonia Doctores.

De acuerdo a uno que otro asistente, que andaban nerviosos porque no se habían podido tomar una selfie con su café del Starbucks, quieren que continúen las obras del NAICM, porque están en peligro sus inversiones. «Yo ya tenía pensado poner un local de tamales afuera del nuevo aeropuerto, porque soy un emprendedor y ya había apartado mi dinerito. Le dieron en la madre a mi inversión«, lamentó otro chavo que no quiso dar su nombre, porque es deudor de Coppel.

«Yo me acerqué porque pensé que era un atropellado o algo, ni sabía que iban a marchar en favor del aeropuerto. ¿Quién protesta por esas chingaderas? Jajajaja«, arremetió doña Lupe, vendedora ambulante que se encontraba en el lugar.

Luego de juntarse casi 10 personas, el contingente avanzó lanzando más consignas, «¡Texcoco aguanta, Polanco se levanta!», marcharon hasta la casa de López Obrador, en la que tocaron el timbre pero nadie los atendió.

Al no obtener respuesta del opresor venezolano, los fifís se fueron hasta la Condesa y se echaron unos tragos en una terraza del lugar, afirmando que volverían a intentarlo en la quincena ahora que sus papis les depositen.