Muertos Sólo Regresan De La Tumba Para Seguir Comiendo, Confirma Estudio

Prefieren que les pongan un pozole o una revista para adultos que puras fotos en blanco y negro.

Panteón Municipal.- Desde hace años, científicos de la UNAM han seguido de cerca la actividad paranormal de los muertos que regresan de sus tumbas el día 1 de noviembre para visitar las ofrendas que sus amigos y familiares, aún en vida, les ponen cada año.

En un hecho insólito, el científico biólogo astrólogo vidente parapsicólogo Bayron Matozas logró confirmar que los fieles difuntos visitan a los vivos únicamente para seguir comiendo como hacían en vida y no tanto porque nos extrañen, como tradicionalmente se pensaba.

«Si le ponen mezcal, chicharrón en salsa verde o unos tacos, es de a huevo que su muertito va a venir, pero si en la ofrenda ponen chingaderas como dulce de calabaza que a nadie le gusta, es evidente que el familiar no vendrá a visitarlos, porque aún en el más allá no hay nada más rico que unos de al pastor«, confirmó Bayron.

Incluso, el mismo estudio demostró que cuando se ponen objetos que de verdad le hayan gustado al difunto, como una revista H para Hombres, el Libro Vaquero o un mezcal, es más probable que el difunto regrese.

La Facultad de Fantasmas y Gente Muertita (FFGM) de la UNAM recomendó a los mexicanos que celebrarán este día de muertos, colocar también artículos de primera necesidad, como papel de baño, pasta de dientes y Pepto Bismo, ya que después de la tragadera es común que los muertos tengan agruras o se suelten del estómago.

«Si su difunto falleció abatido por policías, recomendamos ponerle una michelada con ajonjolí y colocar su ofrenda en un tianguis, que es el primer lugar al que regresaían, así como colocarles un mensaje que diga ‘karnal todabia no te tokaba  para motivarlo a dejar de delinquir en el más allá«, agregó el investigador.

Así mismo, los fallecidos que en vida disfrutaban la comida rápida, regresan únicamente si en su ofrenda hay pambazos, tlacoyos, gorditas o cualquier alimento que deje más de 500 calorías por porción y que incluya salsa (verde o roja).

El estudio demostró que sólo en 2 de cada 10 ofrendas se registraba actividad paranormal, mientras que en el resto no se acercaban ni las moscas, sobre todo si no tenía nada de comer o para pistear ya que, según la UNAM, los muertos siguen el cotorreo aún cuando pasaron a mejor vida.

«La mayoría de muertos son bien mamones, porque como ya no tienen que andarles viendo la jeta a sus familiares, se cotizan y nada más vienen de visita si les conviene. La mayoría de las veces ni se asoman a ver qué les pusieron porque seguro algún conocido les quedó a deber una lana o su papá se casó con su viuda«, concluyó el Bayron.