Maqueta de Querétaro es inexacta «porque no se inunda cuando llueve», acusan

Vecinos de Querétaro protestaron ayer por el tráfico y la gran cantidad de chilangos que cada semana llegan a vivir a su ciudad, pero también porque la maqueta de la ciudad instalada frente a la alameda Hidalgo es inexacta “porque no se inunda cuando llueve, aseguró una doña.

O sea, si se van a gastar 9 millones 59 mil pesos (esto no es broma, es el costo real del chistecito) en estas cosas, que no sirven más que para verlas y perder el tiempo, pues de menos que sea una réplica idéntica”, aseguró el Güero que vende paletas de hielo por ahí; “al principio sí me emocioné, cuando recién la pusieron, pero el otro día que llovió no se inundaron las callecitas de mármol ni se desbordaron las alcantarillitas ni nada…. Chale, es un fraude”, espetó.

Con él coincidieron Amparito y Tomasita, dos señoras que siempre salen a caminar y echar chisme en las jardineras de la alameda. “Ay, mire, quedó bien bonita, pero no refleja nuestra identidad con exactitud si no se inunda, hasta parece una ciudad de primer mundo como San Miguel de Allende o Zacatlán de las Manzanas, con sus drenajes bien trazaditos y eficaces, no como en la realidad de nuestro Querétaro”, explicó Amparito.

De veras que sí”, agregó Tomasita.

La Secretaría de Turismo municipal tomó cartas en el asunto y ya estudia las adecuaciones necesarias a realizar en la obra, para que cumpla su cometido de reflejar fielmente el espíritu de esta ciudad considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y Patrimonio de distintas familias bonitas de la ciudad.

Por mientras, en la majestuosa obra didáctica ya colocaron un letrerito que dicta «Chilangos: prohibido acercarse«, para evitar que le metan mano o les den ganas de irse a vivir dentro de la misma maqueta. También se hará lo mismo con los gays y los de Morena: «aquí no queremos gente que no tenga temor de diosito«, replicó un poli que andaba ahí parado.

El recién nombrado titular de esa Secretaría, Gerardo Cuánalo, iba a decir algo pero le ganó el sueño y corrió a echarse una pestañita, como cuando era diputado. Dicen que cuando duerme parece un bebé.

Mientras tanto, la nueva administración municipal ya analiza nuevas ideas para gastarse la lana de sus gobernados (no de ellos, claro) en un nuevo juguetito.