Ser adulto es una trampa, por suerte Fisher-Price nos regresa al mundo de la niñez
Seamos niños
México.- Cuando éramos niños nuestro más grande deseo era sin duda crecer y convertirnos pronto en adultos. Aunque jamás nos detuvimos a pensar que un día nuestra mamá nos pidió recoger nuestros juguetes y fue la última vez que visitamos ese grandioso mundo de fantasía…
Desde entonces entre el checar a tiempo en el trabajo, para que no nos quiten el bono de puntualidad, y un metro lleno de personas con la misma prisa, han sido pocos los momentos en los que podemos darnos un respiro, como cuando jugábamos de niños.
Ser adulto…
Poco valoramos esos momentos y todo por tener una INE, ligar y ser independientes. Y hoy al darte cuenta que sigues viviendo en casa de tus padres, no ligas y ni siquiera votas, quisieras, volver al menos una vez a ese lugar lleno de los mejores recuerdos de tu niñez.
Y es que mientras jugábamos creábamos escenarios grandiosos que ahora sólo viven en nuestra memoria y pensamos jamás volveríamos a ver.
Sin embargo unos genios han encontrado la fórmula para volver a visitar esos vastos parajes de diversión con los que crecimos jugando en nuestra imaginación. La solución: Necesitamos un pequeño que nos lleve de la mano para volver a abrir esa puerta.
Y es que luego de ver este comercial de Fisher-Price, este humilde becario comprendió que no hace falta añorar ese mundo lleno de posibilidades, lo único que debemos hacer es jugar con un niño para volver a vivirlo.
Fisher-Price, la marca líder en desarrollo infantil, crea Seamos Niños, una nueva plataforma de comunicación con la que invita a los adultos a mirar el mundo a través de los ojos de los más pequeños. La marca se reinventó para motivar a los padres a crear momentos divertidos de la mano de los niños para disfrutar de horas de juego, nutrir los momentos de convivencia, llevar a otro nivel la diversión en familia y propiciar el desarrollo infantil.
“Seamos niños” nos invita a disfrutar de esos momentos en compañía de nuestro hijo, o de nuestro sobrino, para por lo menos, hacer más llevadera la vida de adulto, llena de responsabilidades, pero también de satisfacciones.