Turismo en Puerto Escondido
Turismo en Puerto Escondido
Me resulta asombroso, por decir lo menos, la poca atención que se le presta a la industria turística en nuestro país. No quiero decir que no nos importe, quiero decir que no se discute y no se planea para hacerla una realidad palpable y benéfica para nuestro desarrollo, para generar empleo, para desarrollar otros ámbitos de la actividad industrial y comercial nacional. En realidad, la actividad que derrama recursos en toda la sociedad en donde se da, sólo requiere de que el estado brinde la infraestructura necesaria, el resto lo hace la gente, los inversionistas y los privados. Un buen ejemplo lo tenemos en la ciudad de Puerto Escondido, Oaxaca.
Puerto posee una condición especial.
Es una ciudad dividida a la mitad, por la frontera de dos municipios. San Pedro Mixtepec, el “constitucional”, podríamos decir, en el que la ley es como en todas partes y el de “usos y costumbres” (a veces parecen más abusos y costumbres) que se llama Santa María Colotepec.
Han estado eternamente peleados por diputas limítrofes y porque lo que se le da a uno, no puede no dársele al otro. Un equilibrio siempre difícil para cualquier gobernador. El destino, sin embargo, tiene un solo nombre y para los 800,000 turistas que recibió el año pasado, en un pueblo que no debe pasar de los 30,000 habitantes, no andan en estas nimiedades. Pero como en los detalles están las grandes hazañas, esas nimiedades si importan.
Posee una infraestructura razonable, aunque ya en el límite, Santa María carece completamente de ella. Después de la pandemia, sin embargo, la parte que más ha crecido está en el municipio de “usos y costumbres”. Para 2020, había en Santa María en tres colonias (Zicatela, Tamarindos y Punta Zicatela) unos 80 proveedores de servicios de hospedaje, este año el número es de 184 y se sigue construyendo. Los restaurantes pasaron de unos 30 o 40 en 2020 a más de 120 en sólo 3 años.
La autopista de Oaxaca capital, que llegará a Puerto Escondido, disminuirá el tiempo de traslado de 8 a 2:30 horas con un afluente planeado de 600 coches por día. El aeropuerto que tiene una sala de embarque pasará por obras ya en camino a uno de 5 salas, con un aforo estimado de 2,000,000 de pasajeros al año. Sin embargo, no se ha construido un drenaje, lo que pone en peligro las playas pues fosas sépticas descargan al subsuelo y eventualmente al lecho del mar. No se han construido nuevos pozos, ni hay obra alguna que desarrolle o administre la cuenca circundante, para dotar de agua suficiente. Los apagones en diversas colonias son pan de cada día por falta de infraestructura eléctrica y las telecomunicaciones se han tenido que resolver con Starlink, porque Telmex no ha invertido en correspondencia con el crecimiento del lugar.
El turismo ha venido a esta ciudad a dar empleo, a mejorar las condiciones de vida de las personas en general y a abrir un espacio de alternativas, pero ya sea por falta de visión federal, estatal o municipal o por usos y costumbres, no se discute el turismo ni aquí, ni en el país, como si fuera parte de nosotros y que se diera naturalmente. Nada más, pero nada menos, también.