Museo Franz Mayer en la recuperación

Museo Franz Mayer en la recuperación

Pese a la merma de visitantes y de ingresos autogenerados a tres años de la irrupción de la pandemia, la nueva titular del recinto en el Centro Histórico destaca que encuentra una institución sin incertidumbre, trabajando para el fortalecimiento de sus patrocinios.

Desde el pasado 1 de enero, el Museo Franz Mayer tiene nueva directora general en la figura de la restauradora y gestora cultural Giovana Jaspersen García, quien fuera secretaria de Cultura de Jalisco entre 2019 y 2021 y quien, en entrevista con este diario en ese contexto, señaló la necesidad de replantear la función social de las instituciones culturales, de mirar en perspectiva para qué sirve un museo hoy en día, porque, dijo entonces, “el museo no puede ser más una vitrina”.

El Economista se entrevista con Jaspersen García a un par de semanas de haber tomado el cargo y de encabezar las primeras reuniones de trabajo, la más reciente, con la Embajada de Países Bajos para hablar sobre el fortalecimiento de sus relaciones más allá de la emblemática exposición del World Press Photo, que este museo recibe cada año.

La directora cuenta que su relación profesional con el Museo Franz Mayer tiene pasado. “El Franz Mayer fue uno de los primeros espacios en México que comenzó a hacer lavado de aire, que a nivel conservación era un gran hito. Nos trajeron en el primer semestre (de la carrera de Conservación), recuerdo perfecto entrar al espacio y sentir el cambio de temperatura, el guarecimiento, el sonido de la duela, el olor de las salas, y decir: yo quiero trabajar aquí”.

Fue así que en 2009 se integró al Taller de conservación y restauración del museo y colaboró en el manejo de piezas de exposiciones temporales.

Por lo anterior, destaca, tomar la dirección general del recinto es el cierre de un círculo virtuoso y la oportunidad de trabajar directamente en ese replanteamiento institucional necesario para la cultura.

¿Qué posibilidades tiene el Franz Mayer de crecimiento y recuperación de sus públicos?

La gran fortaleza del Franz Mayer, señala, “es que no existe incertidumbre. Es una institución sana y transparente que además tiene un modelo de gobernanza muy particular y donde no podemos perder de vista cuestiones como la sostenibilidad”.

Para su operación económica, el Museo Franz Mayer se nutre de tres fuentes de ingresos. Una es el Fideicomiso Cultural Franz Mayer—Banco de México, a través del cual, el recinto puede captar donaciones de recursos públicos o privados.

La segunda aunque la más importante, explica, son los recursos autogenerados. “El que una persona decida tomar un café en el Franz Mayer, comprar un objeto en la tienda o incluso estacionarse en nuestro estacionamiento cuando viene al Centro Histórico, permite tener calidad en nuestro programa”.

En el camino de recuperación

A prácticamente tres años de la irrupción de la pandemia en nuestro país, es posible analizar datos de la Cuenta Satélite de la Cultura, del Inegi, donde se observa la severa reducción de la asistencia del público a los museos del país, tanto públicos como privados o mixtos. Esta ausencia ha puesto en dilema a muchos de los recintos, toda vez que el público es la razón de ser de los espacios, no solo económicamente sino por vocación.

El Museo Franz Mayer, reflexiona Jaspersen García, no fue la excepción, pero su equipo ha sabido comprender el contexto, replantear sus procesos en casos específicos y comenzar un trabajo de recuperación de su comunidad.

“Seguimos dependiendo de esta tercera parte presupuestal, proveniente de la taquilla y de los servicios, pero necesitamos seguir haciendo las relaciones de gestión para patrocinios. Estamos en un camino de recuperación económica posterior a la pandemia y creemos que el calendario que hemos diseñado para este año está muy enfocado en ello, a que regresemos al espacio, a que nuestra agenda de exposiciones haga que todas las personas tengan siempre algo que ver, que nuestras audiencias vuelvan con el orgullo de encontrar este sitio de guarecimiento, de diálogo y de muy alta calidad expositiva”.

El diseño de la programación de este año en el Franz Mayer tiene que ver con seguir recuperando audiencias y que las personas regresemos a los museos, porque necesitamos espacios vivos, sociales y diversos”, añade.

Coincide en que el panorama que viven los recintos expositivos en el mundo, ante nuevas ofertas de contenidos culturales a distancia, los movimientos sociales, la revisión de los procesos históricos y el reclamo social por la inclusión de los grupos vulnerados obliga a replantear el rol frente a su comunidad próxima. Pero Jaspersen Garcia elogia el equipo del recinto en este sentido:

“Siempre vemos un museo que está lleno de jóvenes, con propuestas expositivas también relacionadas con los nuevos lenguajes. Como equipo estamos todo el tiempo pensando cómo establecer nuevas vías de diálogo. A final de cuentas, el vínculo que generamos con nuestras colecciones no tiene que ver con otras épocas sino con el futuro. Cuando hablamos de artes decorativas y de diseño, estamos hablando de la historia de las personas y todo esto tiene que ver con cómo imaginamos hacia adelante”, concluye.

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