Evocan la irrupción femenina del siglo XX

Evocan la irrupción femenina del siglo XX

XXXIV Coloquio de 17, Instituto de Estudios Críticos — CCU Tlatelolco

En América Latina comenzó a gestarse una unificación de la identidad literaria latinoamericana, pero aún excluyente de la presencia de las autoras y pensadoras; a la par, se gestaban congresos de escritoras que cuestionaron la hegemonía de género en las letras, rememoran en el  XXXIV Coloquio internacional sobre gestión cultural de 17, Instituto de Estudios Críticos.

La segunda mitad del siglo XX fue decisiva para la irrupción definitiva de las escritoras e intelectuales feministas con una postura crítica y para desestabilizar el canon crítico literario latinoamericano, entonces plenamente dominado y legitimado por lo masculino.

Si bien en toda la región se comenzó a gestar un ímpetu de identidad literaria latinoamericana a partir del contexto social y político doméstico, totalmente diferenciado del ibérico, ese afán vindicativo excluyó de inicio el trabajo literario e intelectual femenino.

Fue así que en los años 80, las escritoras e intelectuales latinoamericanas comenzaron a gestar redes de colaboración e identificación del trabajo literario con perspectiva femenina. Es el caso de los varios congresos y coloquios de escritoras latinoamericanas organizados a lo largo de esta década, con los cuales no solo se cuestionó la marginación del canon hacia el texto venido de autoras sino que se reconocieron a las precursoras y se gestó, pues, una voz colectiva que comenzó a desbalancear el orden canónico de las estructuras intelectuales en nuestros países.

Este fue el tema del que se abundó durante la mesa plenaria “Iniciativas editoriales, cinematográficas y feministas críticas en América Latina”, que se llevó a cabo este miércoles en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco como parte del tercer día de actividades del XXXIV Coloquio Internacional “Por una Gestión Crítica de la Cultura. La Gestión como Producción”, organizado por 17, Instituto de Estudios Críticos, que convoca a especialistas e involucrados en el quehacer artístico y cultural, el pensamiento, el fomento y la administración de la cultura nacionales y extranjeros.

De esta mesa participaron Oriele Benavides, especialista en literatura latinoamericana femenina, doctorante de la Universidad de Princeton; Vicente Lecuna, profesor y director del Departamento de Lenguas Modernas y Literaturas de John Jay College-CUNY, y Raúl Rodríguez Freire, traductor y editor, así como profesor de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, moderados por Eleonora Cróquer Pedrón, doctora en Literatura hispánica y directora del Instituto de Altos Estudios de América Latina de la Universidad Simón Bolívar.

Articulación feminista para cuestionar el canon

Vicente Lecuona ofreció un contexto de cómo se dio la vinculación económica entre los intelectuales y el Estado en América Latina. Realizó una referencia crítica de los proyectos intelectuales durante el siglo XX que buscaban agrupar el trabajo intelectual exclusivamente latinoamericano, con una visión que se asumió como revolucionaria, pero, sin embargo, que cancelaba la presencia de las intelectuales.

Ejemplificó que “entre 1974 y 1995, el tema feminista en Venezuela ni siquiera era enunciado, o por lo menos no era enunciado dentro del ámbito literario de las instituciones canonizadoras, incluso, si se quiere, conservadoras, que propusieron criterios progresistas que ampliaban la forma de entender el canon (…) en todo caso, dentro de ese ambiente, me llama la atención la ausencia del debate sobre la cuestión femenina en la configuración de colecciones de clásicos latinoamericanos”.

Por su parte, Oriele Benavides aportó el contrapeso para lo presentado por Rodríguez Freire, ofreció un recorrido sobre los distintos congresos y coloquios de escritoras latinoamericanas realizados en América Latina y Estados Unidos durante los años 80.

“El feminismo se erige como una teoría necesaria en luchas por el poder interpretativo, mostrándose así solidaria con los procesos de desestabilización de toda hegemonía, interceptando la significación y alienación de los sujetos y sociedades que sostienen los procesos de dominación y de obediencia (…) una idea sencilla, y quizás un poco radical, para pensar que toda interrupción polémica del archivo del cuerpo en relación a la diferencia sexual es un gesto feminista”, postuló.

En dichos congresos, detalló Benavides, se expusieron trabajos que revisaron y empezaron a construir, de manera más articulada, un camino para cuestionar ese canon.

Destacó los trabajos de escritoras precursoras de la región, como las chilenas María Luisa Bombal y Marta Brunet, la brasileña Clarice Lispector, o de poetas como la chilena Gabriela Mistral y la puertorriqueña Julia de Burgos, entre otras.

“En diversas intervenciones públicas, Margo Glantz -organizadora del Cuarto Congreso Interamericano de Escritoras, en 1981-, ha relatado la dificultad con la que se topó a la hora de conseguir editores para sus primeras creaciones literarias (…) a lo tardío de su incursión en la ficción, debe insistirse en lo que ella ha determinado como la extrañeza de su propio estilo y como esa extrañeza costó mucho para entrar al mundo editorial”, ejemplificó.