Calderón acusa sabotaje contra México Libre por trabajadores que pintaban un tope

«No dejan chupar a gusto», acusó Calderón.

Seguramente crudo y luego de haberse echado un consomé para curársela, el ex presidente Felipe Calderón decidió acudir a ver si sus asambleas del nuevo negocio famili… digo, el nuevo partido político que busca rescatar al país; «México Libre«, habían logrado convocar a más de diez personas como la última vez.

Sin embargo, al llegar al punto de concentración en el municipio de Naucalpan, se percató que nadie le había caído, lo que evidentemente lo sacó de onda porque pues se trata de Felipe Calderón; el mayor opositor y mejor presidente que ha habido en la historia del país.

Al investigar por qué nadie había llegado a su reunión de Alcohólicos Anónimos disfrazada de México Libre, el ex mandatario se dio cuenta de lo que estaba pasando; la maquinaria comunista de Andrés Manuel López Obrador había bloqueado la vialidad poniendo a unos güeyes a pintar los topes, bloqueando toda posibilidad por ingresar a la reunión.

Debido a que los numerosos contingentes de simpatizantes calderonistas no cuentan con la capacidad de caminar, el ex panista no dudó en subir su denuncia a las redes sociales, dada la gravedad del asunto que atentaba contra la soberanía del pueblo.

Aquí el momento exacto en que Calderón hace uso de su humorística inteligencia política:

El video no tardó en hacerse tendencia en redes sociales, ya que ponía en evidencia la obvia estrategia de sabotaje que el gobierno empleó contra Felipe Calderón, y el hecho de que claramente AMLO le tiene mucho miedo.

O sea, es domingo a las 8:00 de la mañana, ¿quién pinta topes a esa hora? Pues nadie. Eso fue lo que el detective Calderón reclamó a la Asamblea del Dtto. 22 de Naucalpunk:

Curiosamente, hoy bloquea el ayuntamiento, la calle ‘quesque’ para servicios. ¿Coincidencia?

Reclamó FeCal ante un claro estado de iluminación intelectual.

(Chale, qué triste se ve el Calderón presumiendo sus movilizaciones de cinco o seis personas. No se burlen, culeros).

En cuanto a los contingentes, tampoco es que fueran los más grandes nunca antes vistos, ya que el primero de estos estaba formado por cuatro personas de la tercera edad, listos para armarle un desmadre al gobierno y provocar la renuncia de López Obrador.

Evidentemente inspiraban miedo, por eso fue que la morenista Patricia Durán, presidenta municipal, había mandado a conspirar contra ellos, para evitar a toda costa que la imponente marea de México Libre continúe creciendo.

Ya luego que descubrió que sus patas también sirven para caminar y no nada más para ser besadas y que en las calles aledañas no había pedo, Felipe Calderon le dio un sorbito a su tonayan, se dirigió a la sede de su asamblea y aseguró que esta fue todo un éxito, pese a que el gobierno opresor hasta les quitó la luz y toda la onda.

No se sabe si los claros ataques de esquizofrenia del ex presidente Calderón logren afectar a su partido político, pero una cosa es segura; estamos orgullosos de que cada día más políticos descubran la habilidad de usar los pies y no les cale tanto sentirse como simples mortales.