Promesas incumplidas pagarán interés porque «lo prometido es deuda»: SHCP

Quieren disminuir los privilegios de la clase política y de los ex novios, porque son los más abusivos.

El titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Carlos Urzúa, informó que en un esfuerzo por estirar el gasto público en tiempos de austeridad, se tasará un impuesto especial para quienes hagan promesas y no las cumplan, toda vez que «lo prometido es deuda y como tal, debe generar interés«.

«La cuarta transformación no admite privilegios y vemos que mucha gente arrastra montones de promesas incumplidas que en automático se convierten en deudas y generan intereses moratorios; aquí hay un clarísimo asunto de evasión fiscal que combatiremos con firmeza, porque todos se hacen güeyes«, advirtió Urzúa.

Agregó que esta medida va enfocada a disminuir los privilegios de la clase política, pues precisamente son los políticos quienes abusan de las falsas promesas, especialmente cuando están en campaña; con el nuevo impuesto se calcula que el erario recibiría cerca de 500 millones de pejedólares anuales, tan sólo con lo correspondiente al PRI y al PAN.

«Estamos poniendo fin a tantos años de evasión fiscal por concepto de deudas derivadas de prometer a lo pendejo; piénselo bien, señora ama de casa, su marido tendrá qué cumplir con todo lo que le prometió antes de que le soltara las nachas, porque si no le va a salir muy caro. Esta medida beneficia directamente al tejido social y la armonía familiar», asentó Urzúa.

Si bien no se ha dado a conocer la manera en que se tasará el impuesto, Urzúa adelantó que a las promesas hechas entre parejas se cobrará un día de salario mínimo por cada semana sin cumplir; una falsa promesa de padres a hijos se sancionará con medio día por semana.

Los políticos rolleros pagarán cien días de salario mínimo por semana de incumplimiento, al igual que las promesas de amor que deriven en friendzoneo, y lo mismo para quienes calienten el boiler y no se metan a bañar.

Por lo demás, trascendió que uno de los primeros sancionados fue el propio presidente López Obrador, que se comprometió a regresar al ejército a sus cuarteles y aumentar el presupuesto de las universidades, aunque al final se hizo que la virgen (morena) le hablaba.

«No se vayan con la finta de que regresó la mitad de su salario nomás por buena onda, lo que pasa es que estaba poniéndose al corriente con sus falsas promesas de amor que nomás nos llenaron de ilusión; es que ahora sí ya se graduó como político«, puntualizó el jefazo de la SHCP.