Anaya corta portada de proceso que lo acusaba: “Es que estaba aburrido ese artículo”,

Atlanta, EU.- El candidato de la coalición Por México al Frente, hoy mejor conocido por Ricky Rickin Canayín, mostró ante las cámaras durante el debate de ayer, una portada de la revista Proceso que intentaba revirar las acusaciones que el Peje le hiciera con otra portada de la misma revista, en la que se señalaba al candidato de Atlanta como: «Los turbios ingresos de los Anaya».

Sin embargo, para el infortunio del Frente, el internet ya no se hace güey con este tipo de detalles y es que no pasaron más de 10 minutos luego de que Canayín mostrara la portada a cámaras, para que algún vivo que SÍ leyó dicho número indicara que el candidato había recortado un cintillo de la parte superior de la portada de Proceso que ponía en evidencia «El frente de Anaya también recluta fichas negras».

Ante estos hechos, Ricky Rickín afirmó esta mañana a distintos medios de comunicación, que la única razón por la que decidió cortar tan manchado titular fue por que «el artículo estaba aburrido y la verdad es que no tenía caso ponerlo ante las cámaras, iba a desviar la atención y los televidentes se iban a aburrir, por eso mejor dejé sólo la parte en la que se le señala a Meade, esa si está chida e interesante», explicó.

En las oficinas de la revista Proceso la impresión fue mayúscula al notar la ausencia del cintillo cuando Anaya enseñara la revista a las cámaras. Incluso, despidieron a cinco trabajadores de la imprenta en la que que producen sus números por haber tenido semejante «error de impresión al no colocar el cintllo en la parte superior». Los trabajadores despedidos en cuestión acusaron a Ricardo Anaya de haber sido el responsable de su despido y dijeron que para que se le quite van a votar por el Peje, «así como el, nomás por chingar», según dijeron.

Por otro lado, Anaya también acusó a López Obrador de jugarle sucio con la portada de su libro, pues «todavía no sale en circulación y Andrés ya lo enseñó la portada ante las cámaras», aunque en realidad el libro del que habló Anaya todavía no sale en circulación y, es más, todavía ni se escribe.