«No fue soborno, fue un estimulo económico», responde Ricardo Anaya a Lozoya tras acusaciones
El ex candidato a la presidencia de México y máximo ídolo de los whitexicans wannabes, Ricardo Anaya Cortés, respondió a las acusaciones que Emilio Lozoya le hizo, sobre haber recibido un soborno de 6.8 millones de pesos para aprobar la reforma energética de Peña Nieto.
En una conferencia de prensa desde su humilde casa en Atlanta, Estados Unidos, el también panista señaló que las acusaciones de Lozoya carecían de fundamento, puesto que para empezar no fueron 6.8 millones, sino 16, y que ese dinero no se trataba de sobornos, sino de estímulos económicos.
«Cuando fui presidente de la Cámara de Diputados, mucha gente quería sobornarme para que les aprobara todo, pero yo nunca cedí, siempre me mantuve firme en mis convicciones. Ya luego me rolaban estímulos económicos y pues ya era otro pedo, porque fue dentro del margen de la ley«, detalló el actor de Pollitos en Fuga.
En este contexto, Anaya admitió haber recibido millones de dólares en estímulos y en naves industriales cuando presidió la cámara baja y también después, cuando fue secretario general de su partido; «yo nomás les aviso por si después me quieren embarrar con eso. No era dinero sucio; estaba muy bien lavado«, declaró.
Otro de los señalados; Luis Videgaray, explicó que las declaraciones de su ex compadre Lozoya son mentira y que en realidad lo único que está buscando es tener un poco de atención porque se ha sentido muy solo.
«Desde que se fue a España se volvió bien mamón y pus muchos de los compas le dejamos de hablar. De ahí como que quiso venir a pasarse de lanza para vengarse, pero al chile nada de lo que dice es cierto, no le crean nada, nada, es puro choro, por la virgencita se los juro«, espetó Videgaray, mientras compraba un pasaje de avión a algún país que no tuviera extradición.
Inmediatamente después de estas declaraciones, el PRI, PAN, PRD y el resto de partidos que a nadie le interesan, decidieron formar un Club Anti Lozoya, en donde no se admitirá la participación del ex director de Pemex y los políticos buscarán defenderse unos a otros de «esas mentiras garrafales«.
Luego de sus declaraciones, Anaya fue visto mientras cargaba todas sus pertenencias en una camioneta y, junto a su familia, salían a toda prisa con rumbo desconocido. Testigos incluso afirmaron que se le olvidó un pan que estaba cocinando en el horno y que tuvo que dejar a medias.
De la misma manera, cientos de priístas y panistas solicitaron licencias en sus puestos de servicio público y abandonaron inmediatamente el país con la excusa de tener urgentes asuntos personales qué atender.
«Pero ya, en buen pedo no le hagan caso a ese güey, pobrecito, no le dan atención en su casa, jeje«, concluyó Videgaray mientras desaparecía en el horizonte.